Columna: Renzo Rossi, Gerente de la División de Gestión y Desarrollo Humano de Mibanco - Mibanco Perú

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Columna: Renzo Rossi, Gerente de la División de Gestión y Desarrollo Humano de Mibanco

Nuestra responsabilidad con el talento centennial

Los líderes tenemos una responsabilidad creciente con ellos. Porque, para la mayoría, seremos parte fundamental de su primera experiencia laboral. Es probable que, en el ámbito laboral, un buen porcentaje de nuestros colaboradores sean de la generación centennial. Aquella generación que creció con el nuevo siglo, como nativa digital y con una serie de costumbres y actitudes distintas a las de mi generación.

Tratar con ellos impone continuos retos a nuestra forma de pensar, por ejemplo, en temas como la estabilidad laboral. Y es que el hecho de quedarse en un sólo lugar por varios años no les quita el sueño. E incluso algunos pueden irse de un trabajo sin tener definido a dónde llegar posteriormente.

Para los centennials, no todo en la vida es cumplir con las tareas laborales. Por eso, valoran la flexibilidad de los horarios y tener espacio y tiempo para ellos. Según Deloitte, por ejemplo, en el Perú el 60% de esta generación se siente agotada por sus cargas de trabajo. Ante un mundo agitado, prefieren la calma y valoran, sobre otras cosas, el equilibrio entre la vida personal y laboral.

Bajo este contexto, los líderes tenemos hoy una gran responsabilidad con los centennials. Porque para la mayoría de estos podríamos ser parte de su primera experiencia laboral.

Tratar con ellos demandará, entonces, identificarlos. Saber en qué áreas están, cómo se llevan con sus responsabilidades, cuáles son sus motivaciones y aspiraciones. Sólo a partir de allí es que podremos ofrecerles una propuesta de valor lo más personalizada posible para que nos sigan eligiendo sobre otras oportunidades laborales.

En esa evaluación, las organizaciones de trato horizontal y los equipos con un estilo de liderazgo que incentive e inspire serán los más valorados. Y es que los centennials se mantendrán en una empresa sólo mientras el propósito de esta siga conectando con sus valores e intereses personales. Ellos, por ejemplo son muy cercanos a los temas de sostenibilidad, cuidado del medio ambiente y equidad e inclusión, porque necesitan sentirse parte de un impacto positivo en la sociedad, que, dicho sea de paso, no necesariamente tiene que ejecutarse desde una empresa grande. Este tipo de talento puede sentirse plenamente satisfecho cumpliendo estos objetivos desde una pequeña empresa.

Para los centennials, además, el trabajo híbrido es el escenario base. Los cambios que trajo la pandemia del Covid-19 se quedaron, con diversos ajustes, para que tanto jefes como colaboradores sientan la confianza de trabajar a distancia. Pero que los centennials den por hecho que todos están cumpliendo con su trabajo, sin necesidad de verse a diario, ha ocasionado un cambio de mindset que para muchos es aún difícil de asimilar en las organizaciones. Por eso, resulta cada vez más urgente que nuestros equipos encuentren la forma de trabajo que mejor les funcione.

Los centennials estarán a gusto en nuestras organizaciones, mientras sigan aprendiendo cosas nuevas. El explorar experiencias los motiva a aprender poco de muchas cosas, lo que incluye, por ejemplo, adquirir conocimientos de cursos y plataformas online.

Esta naturaleza curiosa y vocación autodidacta supone, a su vez, un cambio en las evaluaciones comunes que realizan las áreas de Recursos Humanos. Sin embargo, al tener que adaptarnos a los centennials, no debemos descuidar a las otras generaciones. El rol de la cultura organizacional es clave para que todos se sientan importantes y sigan creciendo, a través de programas e iniciativas no excluyentes. Los centennials, por ejemplo, pueden encontrar mentores en las personas con más años en la compañía.

Aprendamos a escuchar, a ser empáticos y a mirar más allá del aspecto puramente laboral, sobre todo para un grupo que recién comienza su camino, como el de los centennials. Si las personas son importantes para nuestro negocio, entonces seamos coherentes para saber escuchar a quienes hacen que nuestra empresa se siga moviendo con impulsos de juventud.

Fuente: Semana Económica